¿Qué hemos aprendido estas semanas de confinamiento?
Si algo hemos aprendido estas duras semanas de confinamiento debido a la pandemia de coronavirus, COVID-19, es el valor de la salud y cómo nuestros hábitos alimentarios contribuyen a ella. La alimentación tiene mucho que ver con la fortaleza de nuestra “máquina” (cuerpo) y ahora, muchas más personas lo ven claro, hay que cuidar lo que comemos. Y no solo es una cuestión de esos kilos de más que podemos haber cogido después de tantas horas en casa y con la cocina y la nevera tan a mano, no, es una cuestión de SALUD con mayúsculas. Hemos visto como miles de personas han enfermado y otros miles han muerto a causa de un minúsculo organismo que ha hecho flaquear nuestras defensas. Y todavía nos queda mucho por pasar, por eso en esta situación ha evidenciado algo de lo que no éramos tan conscientes, no podemos dejar de cuidar nuestro tesoro más preciado, la salud, sin ella perdemos absolutamente todo lo demás. Esta situación también ha ayudado a que la nutrición ocupe un poco más el lugar que le corresponde en la medicina, cuidar lo que comemos marca la diferencia de nuestra salud actual y futura. ¿Vas a seguir haciendo lo mismo que hacías antes o te apuntas al carro de la adaptación y la evolución hacia algo mejor?
El confinamiento y el aprendizaje…
Estas semanas en las que hemos estado confinados hemos estado alejados de nuestras rutinas, de nuestros trabajos, de la familia, de nuestros amigos, de nuestras parejas en algunos casos, de nuestras escapadas o actividades deportivas o lúdicas, etc. Han sido semanas duras en las que para muchas personas han representado una situación en la que mantener un estilo de vida saludable se ha complicado. No nos hemos podido mover igual que antes, hemos dormido peor, hemos lidiado con más ansiedad, se han alterado nuestros horarios y en muchos hogares los hábitos alimentarios han sufrido también por muchos motivos. No hemos podido salir a comprar con la misma facilidad, hemos tenido más a mano el picar entre horas, el comer alimentos no muy saludables… las horas en casa han hecho que muchas personas hayan comido más y peor. También ha habido cosas buenas ya que muchos se han puesto al día en temas de cocina y han mejorado sus técnicas culinarias, aunque viendo que los ingredientes “top” de estas semanas han sido las harinas y las levaduras, ya podemos imaginar de qué hemos aumentado el consumo.
La nutrición y los riesgos del contagio y complicaciones por coronavirus…
Por otro lado, hemos visto que las personas con problemas metabólicos como la diabetes, la obesidad o el síndrome metabólico son grupos de riesgo para el coronavirus y son más susceptibles no solo de contagiarse sino de tener complicaciones o peores pronósticos. También se ha relacionado con mayor riesgo el hecho de tener niveles bajos de vitamina D (la vitamina del sol) y este es un factor que ha empeorado en muchos de nosotros por no haber podido salir al aire libre de la forma que lo hubiéramos hecho normalmente. También hay otros factores nutricionales de los que no se ha hablado tanto pero que son también importantes, como, por ejemplo, mantener un buen nivel de ingesta de vitaminas, minerales, antioxidantes, grasas saludables, fibras, etc, ya que todo eso contribuye a que tengamos un sistema inmunitario bien fuerte. Por eso, ahora que tenemos una amenaza para nuestra salud tan próxima, es momento de que aprovechemos para tomar conciencia de que sí, lo que comemos importa y mucho. Importa para mantener nuestras defensas a tope, para mantener nuestra vitalidad y energía, nuestro peso corporal, etc. Coger peso no es una cuestión de estética, sino de salud, si engordamos aumentamos la grasa corporal, eso nos genera un estado proinflamatorio que no hace más que empeorar el pronóstico de cualquier enfermedad, sobre todo las crónicas, pero, como hemos visto también otras más agudas como puede ser la infección por coronavirus. Y comer mal no es una cuestión trivial, si no una privación a nuestro cuerpo de aquello que necesita para equilibrarse y mantenerse en buen estado. Nuestra máquina es compleja, necesita muchos tipos de sustratos para mantenerse en forma y somos los únicos responsables de aportárselos. Y no olvidemos, nuestra máquina es solo una, en nuestro cuerpo vivimos. Podemos cambiar de coche, incluso de piso, pero no podemos cambiar de cuerpo, no por lo menos en esta vida de la que podemos disfrutar al máximo.
El placer de comer bien…
Y digo DISFRUTAR también en mayúsculas por que no quiero que perdamos de vista que esto no es una “regañina” de una dietista-nutricionista motivada, no. Comer bien significa dos cosas que son clave, una tomar los alimentos que nos van a aportar todos los nutrientes que necesitamos (nosotros y nuestra microbiota), y la otra, disfrutar de aquello que comemos, siempre. Si no disfrutamos, nunca podremos comer saludablemente a largo plazo. El placer de comer lo sentimos tanto los humanos como los animales y nuestro instinto nos lleva a lo más calórico, azucarado, graso o salado pues de forma evolutiva estamos diseñados para buscar la máxima concentración de energía en lo que comemos. De lo contrario, no estaríamos aquí, habríamos muerto de hambre en épocas de escasez que han sido muchas. Pero no es la situación, para la mayoría, en este momento. Aunque desafortunadamente hay muchas personas que en este contexto lo están pasando mal por tener lo mínimo para poder comer, una gran parte de la población tenemos que procurar comer lo que realmente necesitamos pues si consumimos más energía de la necesaria, enfermaremos con más facilidad. Pero el instinto de búsqueda del placer está ahí y debemos reeducarlo para satisfacerlo comiendo más VEGETALES, también en mayúsculas. Es momento de reducir alimentos procesados y también aquellos de origen animal, nos haremos un favor a nosotros mismos doblemente, cuidando nuestra salud y cuidando el planeta en el que vivimos, que también es único como nuestro cuerpo. Es momento de comer más verduras, frutas, legumbres, frutos secos, semillas, cereales integrales y sobre todo de disfrutar de ellos. Por eso os invito a dejaros seducir por muchos de los que divulgamos en redes sociales las virtudes de esos alimentos y las recetas deliciosas para comerlos sin dejar de disfrutar.
Mi trabajo y mi pasión…
En estas semanas de confinamiento he podido compartir con vosotros a través de redes sociales sesiones en directo y también grabadas sobre temas importantes relacionados con la alimentación, la salud y las recetas deliciosas. Y tengo que agradecer a tod@s l@s que lo habéis seguido y me habéis escrito para decirme cómo os ha ayudado a comer mejor y además a disfrutar de ello. No hay mejor satisfacción para mí, así que seguiré divulgando, igual que hacen muchos compañeros de profesión y compañeros de los equipos multidisciplinares de los que tengo la suerte de formar parte. Lo haré en varios formatos que os iré contando y, aunque ahora son online, no dejan de ser buenos ratos compartidos que nos acercan y nos permiten compartir información, inquietudes y dudas.
No dejemos que estas semanas hayan pasado en vano, cojamos con todas nuestras fuerzas la MOTIVACIÓN, en mayúsculas, para cuidar nuestra salud y la de nuestras familias y caminemos hacia una alimentación más saludable y una vida más feliz. Yo estaré aquí para ayudaros.
Laura
Twitter: @LauraIArranz
Instagram: @lauragananutricion